TIPS DEL DÍA
03.10.2019
La verdadera belleza de la mujer, no es corruptible, porque no depende de lo físico, sino que es la belleza de una forma de ser que reúne la quietud, la humildad, la ternura, la serenidad y la paz de Dios. Una belleza creada con propósito por un Dios perfecto.